La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) es la Orientación Psicoterapéutica que mayor evidencia experimental y científica ha recibido a lo largo del devenir de la Psicología como Ciencia del comportamiento y de los procesos mentales del ser humano. Sus raíces emergen en los años 50 del pasado siglo como alternativa radical a la insatisfacción que había con las psicoterapias imperantes en la época.

      Ha demostrado su eficacia en la detección, evaluación y tratamiento en una gran diversidad de problemas y trastornos psicológicos que afectan al individuo tanto de forma individual como en su integración en diversos contextos. Dispone para tal cometido de un arsenal amplio de técnicas y procedimientos terapéuticos de reconocida eficacia que se han aplicado de manera exitosa a una variedad de áreas, como el de la salud, educativa, comunitaria, entre otros. Dentro del área de la salud, los problemas y trastornos psicológicos que se abordan con la Terapia Cognitivo-Conductual son los trastornos del estado de ánimo como la depresión, entre otros, la baja autoestima, trastornos emocionales de diverso tipo como los trastornos de ansiedad, fobias específicas, trastornos de alimentación, trastornos por estrés postraumático, problemas de pareja, trastornos de conducta, adicciones, etc.

      Esta terapia tiene una alta capacidad para resolver problemas de una forma eficiente, tratándose de intervenciones de tiempo limitado en comparación con otras opciones terapéuticas y cuenta con la posibilidad de administrarse de forma individual o grupal. Asímismo, la TCC dispone de técnicas e intervenciones que desarrollan y optimizan las habilidades y potencialidades del individuo, favoreciendo de este modo el incremento de la Salud y de la calidad de vida.

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